lunes, mayo 14, 2012

No sos vos, soy yo.. o vos sos yo? o...

Estimados, les dejo mi columna semanal del Diario Jornada de Trelew.-
En esta oportunidad, intento explicar en que consiste el robo de identidad su (nulo) encuadre legal y como prevenirlo, saludos y recuerden que el mismo no esta escrito en forma de lecura técnica, sólo de opinión.-
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Por Guillermo M. Zamora (*)

Es posible que alguien me robe la identidad? Si hablamos técnicamente debo responder que no. Nadie puede robar su identidad porque salvo alguna película de Hollywood Ud. va a seguir siendo Ud.

El código penal argentino en su título VI - capítulo II trata del robo (arts. 164 a 167 bis). Al igual que el hurto, robar es apoderarse de una cosa mueble ajena (total o parcial) en forma ilícita, pero con la diferencia que se debe ejercer fuerza en las cosas; o sobre las personas, violencia.

Se que es una cuestión técnica pero es importante el encuadre para saber si uno tiene algún tipo de acción contra alguien que se hace pasar por nosotros.

Robar es quitarle algo a alguien por la fuerza sobre las cosas o las personas, así que ¿como haría un delincuente para decirle a alguien dame tu identidad o te pego un tiro? Sería cuanto menos complicado. Me parece que la definición más exacta para esta actividad sería el de suplantación de identidad. Pasa que decir robo es más entendible para el imaginario popular.

Ahora bien, ya sabemos que no nos pueden robar ni la identidad ni la personalidad, sino que a lo sumo pueden suplantarnos y hacer creer a un tercero que está haciendo negocios con nosotros cuando en realidad lo hace con un malviviente. ¿Esto nos alivia? ¡Por supuesto que no! Yo diría que tenemos que preocuparnos un poco más.

¿Que es o en que consiste el robo o suplantación de identidad? Pues normalmente es cuando alguien utiliza el nombre e información de un tercero para cometer fraude. En otras palabras: un impostor se hace pasar por Ud utilizando su número de tarjeta de crédito o algún otro dato de identificación personal.

El mayor problema que puede acarrear esto es que probablemente no se entere que se han hecho pasar por su persona hasta que le empiezan a llegar las citaciones o aparece en alguna empresa de riesgos crediticios sin haber nunca tenido una deuda, puede recibir facturas por una cuenta de tarjeta de crédito que nunca abrió, puede pasar un período o ciclo de facturación sin que reciba su resumen de cuenta, o tal vez descubrir cargos en sus facturas que usted no firmó, no autorizó o que desconoce.

Ahora bien, nada mejor que saber como pueden robarle o suplantarle su identidad para estar prevenido. Aquí van algunas de las maniobras utilizadas por los amigos de lo ajeno:

- Hackear su correo electrónico, tomar datos de las tarjetas de crédito, revisar extractos bancarios.

- Una forma no muy tecnológica es simplemente robándole su billetera (robándosela, no suplantándola), o papeles comerciales de negocios y vehículos para obtener información sensible.

- Otra forma es la llamada Ingeniería social. Es decir el estudio de hábitos y costumbres de las víctimas mirando en la basura, o estudiando comportamientos con eso se enteran de fechas importantes, datos de consumo, nombres de parientes y luego prueban contraseñas en las diferentes cuentas de correo o bancarias que pueda tener el afectado.

- Parece medio fantástico en nuestra sociedad chubutense pero puede suceder el sobornar a terceros para obtener información de su lugar de empleo.

- Correos electrónicos o “phishing” que es cuando le llega un correo pidiéndole que introduzca información bancaria en una dirección web que puede parecer idéntica a la de su banco pero con seguridad no lo es, no existe institución bancaria que solicite datos de esa manera.

- Ya usando elementos más sofisticados cuando se colocan artefactos que permiten la lectura de los números de tarjetas de crédito a través de un dispositivo pequeño de datos que captura toda la información sobre las tarjetas, (esto ocurrió hace unos años en algunas estaciones de servicio).

El robo o suplantación de identidad o como gusten llamarlo, es quizás una de las formas que más frustración produce, uno se ve despojado de sus bienes y en algunos casos de su reputación.

Me ha tocado en mi estudio particular atender cosas de este tipo, y por suerte los hemos podido sacar adelante, pero todo ha sido merced a que el afectado actuó con celeridad, contactó a sus tarjetas de crédito, radicó la denuncia pertinente y por supuesto busco asesoramiento, que son las tres cosas que ineludiblemente debo recomendarle que haga.

Algún consejo más: destruir toda la información personal antes de tirarla a la basura incluido estados de cuenta bancarios, cualquier cosa que contenga los detalles de información de salarios, tarjetas de socio, incluso los viejos, mantener sus operaciones bancarias y números PIN de tarjetas de crédito en lugar seguro. Ningún banco va a llamarlo para pedirle su número de PIN.

Otra versión de esta modalidad se vio no hace mucho en un programa de televisión donde mostraban gente que en una red social se hacia pasar por otro, si bien el fin no era perjudicar al suplantado, si era engañar al receptor de los mensajes.

La lista sigue y mi espacio no, por lo que lo único que puedo decirle es que en Internet tenga el mismo cuidado que en su casa o más aún es terrible tener que llegar al extremo de decir “no sos vos, soy yo, ¿o vos sos yo? O ¿él es mi? O ¿quién soy yo?

(*) Especialista en Aspectos Regulatorios del Gobierno Electrónico - Especialista - “Implementación de Estrategias de Gobierno Electrónico” – EducOAS – Escuela de Capacitación de la Organización de Estados Americanos (OEA).- Especialista en Governanza – Gobierno Digital - Organización Universitaria Interamericana (OUI).

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