Internet, podría estar vivo, porque crece, muta, se expande, se contrae, Internet, tiene memoria, no olvida y lo que es peor la gente que lo usa tampoco....-
Recuerdan cuando conectarse demoraba una
eternidad, cuando tener una computadora decente era para unos pocos, cuando eran/mos
jóvenes (no tanto) y la vida pasaba por los amigos reales y no los miles de
inventados, cuando su vida y sus datos eran sólo suyos y de unos pocos elegidos
por ustedes, se acuerdan cuando para guardar sus recuerdos sólo bastaba un
diario íntimo con candado..., bueno, lamento decirles que algunas cosas han
cambiado.-
Allá por febrero del 2011, Twitter fue uno
de los primeros en ser duramente cuestionado por tomar datos del listado
de contactos del iPhone, bien, la red
social del pajarito no ha quedado sola, incluso puede decirse sin temor a
errarle que lo suyo ha sido hasta inocente, ¿y porque inocente? Porque hay otros que no voy a nombrar
(Facebook) que rastrea los sitios web que sus usuarios y no usuarios visitan, y
porque también otros que no voy a nombrar (Google) se toma la “molestia” de
guardar, todo aquello que toquen los navegantes de cualquiera de sus múltiples
y útiles aplicaciones. La información recopilada, forma parte de (y con esto no
digo nada nuevo) enormes y múltiples bases de datos que al ser cruzadas puedan
tirar más y mejor información que cualquiera de la que pueda tener acceso
cualquiera de las grandes agencias de inteligencia del mundo, y no es poco
decir, llegado a este extremo creo que la pregunta mágica es. ¿Estos sitios que
no nombro (Google, Facebook, Twitter etc.), saben demasiado?.-
Dependiendo del cristal con que se mire,
algunos piensan que si (que saben demasiado), otros piensan que no lo
suficiente, es decir, como en todo, están las dos bibliotecas, la que quiere
limitar el uso comercial de los datos privados (lo cual no está nada mal por
cierto) y la que sostiene que es la única forma de sustentar los enormes
servicios “gratuitos” que nos brindan estas empresas (y no es tan errado). La
Unión Europea redactó en el 2012 regulaciones en materia de privacidad que se
denominaron como el "derecho a ser olvidado", estableciendo que
"los datos personales deben ser borrados y ya no ser procesados, tanto
aquellos que ya no son necesarios como aquellos en que los interesados han retirado
su consentimiento para el procesamiento".-
Siguiendo con el criterio de las dos
bibliotecas, están los que piensan que esto no sólo es impracticable sino que
es un peligro para la seguridad nacional, que financieramente es inviable, o
incluso que es ir contra la libertad de expresión. Aquí en Argentina el derecho
a ser olvidado tiene algunos antecedentes interesantes en materia
jurisprudencial (interesante dependiendo de quien lo mire, se entiende ¿no?).
En estos días el caso de las modelos vinculadas a sitios de pornografía fueron
objeto de audiencia pública en la Corte Suprema de la Nación. La búsqueda de
determinados nombres en Yahoo! Argentina da por resultado una página en blanco
con el mensaje: "Debido a una orden judicial solicitada por un particular,
consideramos que es necesario retirar temporalmente todos los resultados (2,5
millones) de búsqueda relacionados con este investigación". Aquí es donde
el punto se va poniendo lindo, porque vemos que así como puede servir para
permitir que algo que a uno no le interesa que se difunda por no contar con
nuestro consentimiento, también puede darse para el bloqueo de cuestiones que
no tienen que ver directamente con uno por lo que debemos ser muy cuidadosos en
no caer en extremos que lleven a la ineficacia de la información.-
Creo importante señalar que el derecho al
olvido sólo debe referirse a la información que nosotros mismos generamos. La
difamación ya posee los límites necesarios para lo que puedan decir de
nosotros, por lo que la vía de remoción de esas cuestiones, me parece que
deberían ir por andariveles separados.-
Desde mi muy personal punto de vista creo
que los usuarios deberían poder eliminar aquella información que han brindado
sobre sí mismos y la que no, pero les afecten, ya sea mediante palabras,
hechos, gustos, mensajes y porque no, acciones, (no dejemos afuera a las
fotos), también debería poder eliminarse aquellas condenas penales que hayan
sido cumplidas, el mantenerlas creo no haría más que prolongar un escarnio que
debería finalizar con el cumplimiento de la pena impuesta, sino para que
meterlo en la cárcel, para que pedir justicia si lo que queremos es venganza.-
Algo de lo comentado en el párrafo
precedente se está dando, cualquiera de nosotros (bah de los que tengan
Facebook) puede modificar al punto de eliminar, añadir, mensajes o eventos de
su linea de vida. Lo que debemos preguntarnos es si con esto basta, sino sería
necesario acaso que haya una mayor transparencia, y no estoy hablando sólo de
que esto sea un derecho o algo que las empresas entreguen como una concesión
graciosa, sino apuntar a un criterio que permita al usuario tener mayor control
de lo que hace (o no no hace) de su persona y datos.-
Richard Allan (funcionario de Facebook) ha
sostenido que el “canje” es beneficioso para ambas partes, ellos dan un
servicio gratuito y nosotros les damos nuestras vidas para que lucren.... Sería
algo como: “Si usted no está pagando por algo en línea, usted es el producto”.-
Cae de maduro, y si no está maduro pues
pongámoslo al sol para que madure más rápido, que tenemos un derecho al olvido,
y con esto no quiero decir que seamos borrados de la faz de la red, significa
que tenemos derecho a que se nos recuerde por aquello, que por ser nuestro,
tenemos derecho a disponer.-
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