lunes, febrero 18, 2013

Reflexiones de derecho informático { (ciber) abusadores o como la estupidez no tiene edad ni clase social

Esta semana que pasó me tocó vivir dos situaciones bastante desagradables en mi labor profesional, una de ellas con alguien de mucho poder adquisitivo, clase social alta y título profesional; la otra con gente en teoría humilde, sin un título profesional y de clase social baja, quien supuestamente representaba a sus compañeros.
En ambos casos sentí que me faltaron el respeto, mi interlocutores me sacaron a relucir sus influencias, me señalaron sus hombrías como si eso fuera señal de valentía o vaya a saber qué….

Ustedes, se preguntarán que tiene que ver con la tecnología mis desventuras laborales, pues así pensado en abstracto la verdad que nada, son mis problemas y hacen a la profesión (aunque los ignorantes sean como la mugre: están en todos lados), pero días después de esto y cuando todavía rumiaba bronca (es decir insultaba por lo bajo), leí en un diario norteamericano que ha salido una ley nueva en Carolina del Norte sobre ciberbulling (acosar, intimidar o amenazar a alguien por internet o usando tecnología para ello) que entró en vigor en diciembre, y que establece que ahora los estudiantes pueden ser multados o encarcelados por acosar a sus maestros en internet, dicho en pocas palabras el ciberbulling no es cosa de chicos o adultos, o clases sociales. Los abusadores, los ignorantes que consideran ser dueños de alguna extraña fuerza mística que les permite amenazar o pasar por encima a los demás, se da aquí en Trelew como en EEUU, tanto por gente poderosa como por gente de bajos recursos, por estudiantes argentinos como norteamericanos. La diferencia está quizás en que se hace con esas actitudes y como se hace para combatirlas.-



Esta ley que les menciono en el párrafo anterior, es la denominada “Ley de Prevención de la Violencia Escolar” y contempla que aquellos estudiantes que cometan acciones “con la intención de intimidar o atormentar a un empleado de la escuela” pueden acarrearles hasta U$S 1.000 o 60 días en la cárcel…. Aquí no quiero ser extremista pero sospecho que estaríamos vitoreando la “viveza criolla” del pibe o pensando quien es el padre o que habrá hecho el docente para ver como lo justificamos.

El acto contemplado en la norma norteamericana incluye una amplia gama de acciones como la “creación de falsas cuentas en redes o medios sociales con la identidad de los empleados de la escuela, la publicación de imágenes reales o alterados de los profesores, enviar pornografía o spam con la firma de los profesores, hacer declaraciones con la intención de acechar o acosar a la facultad, e incluso el envío repetido de correos electrónicos u otras formas de comunicación electrónica a un miembro del personal”. Para ser sincero, no se si esto allá lo cumplirían o controlarían, lo que si se es que aquí ni siquiera tenemos una regulación que contemple el acoso por internet a ninguna escala, como si se pudiera asimilar así como así con alguna figura del código penal actual. Eso si, se dicta una ley de delitos informáticos donde se incluye a la pedofilia como delito informático, como si se necesitara tecnología para semejante aberración.

Carolina del Norte ha aprobado otras normas que regulan esto, incluida la Ley de Prevención de la Violencia Escolar del año 2009 y la de Protección de Nuestros Niños / Intimidación por delitos menores, los cuales protegen a los estudiantes de ciberbullying.

Si bien la norma parece una pinturita, se han alzado voces en contra y quizás con razón, la American Civil Liberty Union de Carolina del Norte se opone a la ley por varias razones, se sostiene que su contenido es “amplio y vago”. Todo lo que se pueda considerar “intimidante” puede terminar con cargos penales, por ejemplo si algún alumnos usando Twitter o Facebook, dijera que no le gusta la forma de dar clases de su profesor, eso no solamente podría acarrear a ese estudiante cargos criminales sino que además pueden tener problemas por decir cosas que no sean ciertas ya que la ley establece que cualquier declaración “ya sea verdadera o falsa, con la intención de provocar, acechar o acosar a un empleado de la escuela”, puede resultar en cargos.

Hay más ejemplos y situaciones. Los detractores de la Ley creen que puede derivar en un mal ejemplo (leyeron bien! Hablan de ejemplos) ya que intentar que los estudiantes no publiquen nada, en pocas palabras podría dejar como concepto a los estudiantes que criticar a las figuras de autoridad o funcionarios del Gobierno no es bueno.

La cosa como vemos no es sencilla, una ley de este tipo afecta, por que no, la libertad de expresión y estigmatiza a quien hace el comentario como a quien lo recibe, sean sus dichos ciertos o falaces. No digo que una legislación de este tipo sea un modelo a seguir, estas cuestiones no son novedosas en cuanto a su contenido pero si en su forma, los chicos siguen siendo chicos, es decir inconscientes de sus actos, no saben lo mal que pueden hacerle a alguien con sus palabras, más en un medio como lo es internet donde lo que sube hoy no baja más, donde el borrado es casi imposible de borrar y estar un minuto es estar toda la vida.

La idea de estas líneas fue expresar en voz alta un pensamiento, dejar como reflexión que quizás lo importante no sea tanto que esto suceda, sino qué acciones se llevan adelante para que deje de suceder o se haga en menor medida. Los abusadores no distinguen clases sociales, poder adquisitivo o educación, el idiota lo es aquí y en todos lados, en la escuela o el trabajo, en la red internet o fuera de ella.

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